martes, 25 de enero de 2011

Volvió a empezar y hoy triunfa

La magia de la FA Cup es difícil de definir y podría incluso decirse que el torneo está en declive, pero intenten decirle esto al goleador de Dover Athletic Adam Birchall. Sus 11 goles en el tradicional viejo torneo anglosajón de esta temporada no sólo sirvieron para ayudar a su equipo a ganar cinco rondas seguidas al punto que el deba enfrentarse  con Huddersfield el sábado; sino que incluso puedan devolver al jugador nuevamente al fútbol profesional. ¿Cómo es esto?

Seguramente hayas escuchado algunas historias como la de Birchall antes. Un jugador talentoso que no logra destacarse en un club de Primera pasa a otro de una categoría más baja por algunas temporadas, donde da muestras esporádicas de su talento, lo que hace que su reputación inicial se desvanezca lentamente, al punto que termina abandonando su carrera profesional.

De hecho, la primera parte de la carrera del ex sub-21 galés siguió esos pasos. Se hablaba del joven Birchall como un 9 goleador y prometedor cuando llegó a entrenar en la primera del Arsenal inglés tras haber estado en sus inferiores por más de diez años. Aunque en 2005 dejó a los Gunners sin haber debutado en Primera para recalar en el Mansfield Town y Barnet, dos clubes de divisiones más bajas en los que pudo demostrar lo que tenía. Aunque en 2009 se fue del último admitiendo que estaba “harto del fútbol”.

Lo diferente en este caso, por no decir inspirador, es contar lo que pasó después. En vez de dejar definitivamente cualquier relación con el fútbol, escuchó el sabio consejo de Andy Hessenthaler, ex compañero suyo en Barnet y en ese momento director técnico de Dover, un club semi-profesional, y firmó para aquel  sin dudarlo.

Pasar a un equipo que quedara cerca de su Maidstone natal y bajar dos categorías en la pirámide del fútbol parecieron un modo sensible de redescubrir su amor por el fútbol y por la vida en general, aunque un modo mucho menos obvio de redescubrir su carrera también. Increíblemente, el cambio fue para bien en ambos sentidos, porque el actual jugador de 26 años tiene su magia más vigente que nunca. Esta temporada ya metió 29 goles, contundente.

¿Qué cambió? “Di un paso atrás en todo cuando me fui de Barnet porque era muy infeliz”, dice Birchall, una persona demasiado simple y sencilla para ser jugador de fútbol. “Me sentía miserable diariamente. Ahí decidí que era tiempo de crecer y hacerme responsable de todo lo que me estaba pasando. Me decía a mí mismo que debía crecer un poco y entender por qué las cosas no me salían bien. Comencé a trabajar duro en el aspecto mental de mi juego para estar más enfocado y ví que un montón de figuras del deporte se apoyan en la psicología para mejorar. Entonces hablé con alguna gente, fui a algunos cursos y leí unos libros que definitivamente me ayudaron”

“Me gusta pensar que soy inteligente, y me gustar creer que aprendo de las situaciones. En Arsenal aprendí que siempre hay que pensar en el juego, y lo hago constantemente. Mi actitud no era siempre la correcta en ese momento, pero es algo sobre lo que maduré”.

“Primero hice terapia con Paul Fairclough en Barnet. El es un gran creyente en el poder de la mente aunque creo que yo era algo joven para sacarle provecho. Ahora que pude tomarlo correctamente me ayuda a entrar enfocado a la cancha cada vez que juego y a creer que puedo hacer lo que siempre creí que podía lograr. Una vez que sabés que lo podés hacer ganaste la mitad de la batalla, ¿no?”.

Fairclough, que asumió por tercera vez como DT del Barnet, dice no estar sorprendido por el crecimiento de su ex – dirigido, especialmente cuando se enteró de los pasos que el jugador tomó una vez que se fue de las Abejas.

“Era un jugador que siempre pensaba hacia delante, que analizaba todo lo que hacía. Yo incluso me preocupaba de que se lo tomaba demasiado en serio”, dice Fairclough. “Creo que el entrenamiento mental es una parte muy importante en el fútbol –sirve tanto como el entrenamiento de campo- y me daba cuenta de que Adam estaba abierto a ese tipo de experiencias, así que desarrollamos una serie de estrategias para que mantenga su pico de rendimiento”.

“Lamentablemente, durante parte de su tiempo en Barnet él no estaba atravesando un período feliz en su vida. Se encontraba en un vestuario de estrellas en el Arsenal y cambió eso por Mainsfield, donde estaba lejos de su familia y amigos”.

“Ya no recibía los mimos de antes y el trato que recibía en Barnett era algo a lo que no estaba acostumbrado. Hay muchos jugadores como él que se olvidan de lo buenos que pueden ser, y cuando pasa eso, deben encontrar su camino nuevamente”.

Birchall hizo exactamente eso. Y Fairclough tiene razón, también, porque parte del proceso de repuntar su carrera estuvo en aceptar la frustración que le generó abandonar el Arsenal.

Si el hubiera querido tener una excusa para justificar su partida, encontró una inmejorable: una terrible lesión en un pie lo marginó diez meses apenas empezaba a entrenar con Bergkamp, Henry y compañía.

Le ocurrió cuando fue en busca de un triplete en un partido de reserva. En vez de seguir las órdenes de llevar la pelota al corner fue derecho al arco contrario y ahí se rompió.

Birchall recuerda el momento con exactitud: “Yo siendo yo en ese momento, que es un poco como soy ahora, quería más. Tenía hambre. Volví a encarar al defensor que había gambeteado para meter mis dos goles y decididamente se propuso frenarme. Mi pie se atascó y al girar mi cuerpo completamente, me rompí el ligamento. Vivir con la culpa de no haber encarado hacia el corner fue horrible”.

Aunque Adam, sincero consigo mismo, admite que lo que lo sacó del Arsenal fue su mala actitud, y no esa lesión.

“Cuando volví a entrenar simplemente estaba feliz de entrenar con jugadores como Henry, no pensaba en otra cosa. Había otros que no eran tan buenos como yo, aunque decididamente estaban más enfocados. Cuando estás enfocado en algo, tenés más hambre y se nota”.

“Ellos incluso llegaron a debutar en Primera, por más que haya sido en partidos de Carling Cup. No digo que yo hubiera podido hacerlo, pero me podría haber dado una mejor oportunidad si hubiera creído en mi”.

Aunque eso ya quedó atrás. Contra Huddersfield intentará meter un nuevo gol para así haber convertido en todas las fases de la FA Cup jugadas hasta el momento.  Según sus propias palabras, se siente “brillante” en partidos de esta añeja competición. “Es porque crecés viendo a todos los grosos jugando ahí, y de repente sos parte de él vos mismo. Es una oportunidad de vivir el sueño”.

Las palabras de Adam siguen: “Me encantaría volver atrás y dedicarme tiempo completo al fútbol. Con todo lo que aprendí en mi vida estoy mucho mejor preparado ahora. Un montón de jugadores exitosos vuelven hacia atrás después de ver lo que hay afuera de la Liga y creo que yo podría ser uno de esos. Pero por otro lado, estoy contento en Dover, así que si no subo de categoría no habría problema y seguiría ayudándolos a llegar al profesionalismo. En este momento estoy en un gran viaje, preparado para lo que venga después”.

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